INSTITUTO PARA EL CAMBIO GLOBAL. FUNDACION WITAICON

martes, 21 de abril de 2009

NINEZ TRABAJADORA Y DERECHOS HUMANOS EN MEXICO

En muchos de los casos, abundó, esas condiciones serían inaceptables para los adultos "como cuando realizan actividades de alto riesgo en circunstancias de explotación y al margen de cualquier consideración especial hacia su condición".
Al participar en el foro de expertos "Niñez trabajadora en México", en el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM, aseveró que es imprescindible dar más visibilidad al trabajo infantil.
Asimismo, se deben analizar sus causas y condiciones para encontrar líneas de acción integrales e institucionales y que con la participación de la sociedad civil, México pueda garantizar a las niñas y los niños el efectivo ejercicio de sus derechos.
El ombudsman nacional alertó sobre la pobreza, la desintegración familiar y el maltrato como causas que afectan y acechan a casi tres millones de niñas y niños trabajadores mexicanos, quienes se hayan expuestos a ser víctimas de explotación laboral y sexual.
No obstante los avances alcanzados en las legislaciones nacional e internacional para la protección a la infancia, persiste una fractura profunda entre el deber ser y la realidad, señaló.
Esa fisura, destacó, debe y puede llenarse sólo mediante políticas públicas integrales y de amplia cobertura en materia de protección a la niñez.
Ante el titular del IIJ, Héctor Fix Fierro, los representantes del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en México, Susana Sottoli, y de la OIT para México y Cuba, Germán López Morales, dijo que el Estado mexicano tiene una inmensa y muy específica deuda con la niñez trabajadora.
Los niños y las niñas, indicó, tienen derechos reconocidos por muy diversos instrumentos internacionales y por la legislación nacional, sin embargo el ejercicio de esos derechos se ve limitado por las carencias y privaciones.

Niños índigo y los cristal: un mito engañoso


Niños índigo y los cristal: un mito engañoso
Belduque
tomado de www.elheraldo.com.ec


Me he dado cuenta como ha aumentado la creencia entre algunos padre de familia sobre la supuesta existencia de unas entidades especiales y superiores a los seres humanos normales, me refiero a los denominados niños índigo y cristal.

Es bastante interesante como los describen las personas que dicen creer en ellos y que promueven su existencia. Se dice mucho de ellos, pero hay muy poco de realidad en ello. Según estas personas, presuntamente los niños índigo tienen una nueva serie de atributos psicológicos con un inusual patrón de comportamiento. Dicen que pueden desarrollar percepción extrasensorial y tienen una alta sensibilidad corporal (hiperestesia), pero no hay pruebas de esto; además mencionan que tienen un gran ingenio y mucha creatividad, curiosamente casi todos los niños son así. ¿En dónde esta lo especial en ellos?

Se les denominó como "niños índigos" por la supuesta parapsicóloga Nancy Ann Tappe, quien afirmaba que, presuntamente, posee la capacidad de ver las "auras" de las personas. Entre otras cosas, se dice que los niños índigo poseen una "cualidad especial" en su glándula pineal, lo que les permite interactuar con el medio ambiente de una forma más certera que las personas comunes, sin dejarse llevar por las emociones, pero de esto no hay ninguna evidencia real, es más, todo indicaría que es todo lo contrario. Además comentan que aunque en algunas ocasiones puedan parecer crueles con otros, no lo son, curiosamente los niños comunes también se comportan de esta manera frecuentemente. Según los creyentes en esto, los niños índigo pueden ser confundidos con niños que padezcan síndrome del déficit de la atención e hiperactividad, pero según ellos no es lo mismo, aunque las evidencias confirman lo contrario.

Afirman que por eso los niños índigo son calificados como rompedores de sistemas, y a menudo son vistos como rebeldes o hiperactivos, pues su conducta puede ser considerada algo desordenada y que son muy distraídos, que sólo se concentran en cosas que sean de interés para ellos, algo que, siendo objetivos, es muy normal en cualquier niño común y corriente. Argumentan que se sienten lideres con gran autoridad y que las expectativas de los índigo son usualmente distintas a las de los niños normales, pero a final de cuentas todos los niños tienen expectativas distintas según la edad, del medio ambienta en que vivan y del desarrollo que tengan.

Es bien sabido que muchos grupos de ideologías esotéricas y de la "nueva era" los mencionan como si fuesen los "salvadores del mundo", que vienen a cambiar los sistemas del mundo, que vienen a formar el "nuevo orden", pero la realidad indica que los niños índigo en realidad no son más que simples niños como cualquiera, pero si estos y sus padres no son bien orientados y encaminados por especialistas profesionales, podrían terminar de maneras muy lamentables. Algunos de los promotores del movimiento índigo dicen que Albert Einstein fue un niño índigo, para ganarse seguidores con este falso mito, de lo cual, obviamente, no hay ninguna prueba real, como no hay pruebas de la existencia real de esta clase de niños especiales.

Algunos han argumentado que existen estudios en la UCLA (Universidad de California, Los Angeles) en donde se demuestra la existencia real de estos niños, pero la verdad es que tales estudios no existen, son falsos, y cualquiera puede verificarlo simplemente visitando el sitio de esta universidad o los archivos médicos y científicos referentes a este tema y verán que no existen. Pero sí se han hecho estudios de niños con conductas iguales a las descritas de los índigo, y se ha comprobado que son niños comunes y corrientes, solo que padecen algún tipo de deficiencia conductual. Incluso se ha argumentado que pueden activar a voluntad su ADN, como si se tratase de una máquina o un motor, algo que no es posible, puesto que el ácido

desoxirribonucleico, que es un compuesto químico que tenemos en todo el cuerpo, no puede activarse o desactivarse a voluntad.
Los menores de edad merecen ser bien tratados y atendidos por sus padres, aunque estos no siempre saben como hacerlo, y en su desesperación inventan o creen cosas que no son reales con tal de justificar o remediar, a medias, las situaciones que se enfrentan en sus hogares. Nadie nace sabiendo ser padre o madre, pero hay instituciones públicas y privadas que les pueden asesorar como sobrellevar la vida con sus hijos. Recuerdo la frase de una madre que, según ella, su hijo es un niño índigo: "va más allá que nosotros y nos enfrenta a situaciones para las cuales no estabamos preparados". Esto es completamente común en padres jóvenes y sin experiencia en estas cuestiones de ser padre o madre, pero no por eso sus hijos son criaturas fuera de lo común.

Los cuestionarios o test para detectar si un niño es un índigo, definitivamente no funcionan, pues mencionan conceptos demasiado ambiguos y generales, en donde cualquier persona puede caer, y por lo mismo no funcionarían para determinar el factor índigo de una persona en especial. Por si fuese poco, los únicos que sí podrían detectar alguna cualidad especial en los niños son los profesionales psicólogos y psiquiatras infantiles, y ellos son los primeros en confirmar que el factor índigo no existe, pues su deber es proteger la salud mental de los niños. Procuremos no engañarlos, ni engañarnos, con ideas fuera de la realidad.

Los niños no necesitan que les inventen cualidades o facultades extraordinarias o paranormales para que sean especiales, el simple hecho de que sean niños los hace especiales, su inocencia, lucidez, su honestidad y todo lo demás que hay en ellos por simple naturaleza, ya los hace especiales. Respetémoslos tal como son, sin ponerles atributos fuera de lo común, o ¿es que necesita que su hijo tenga algo especial para tenerle cariño?

A final de cuentas: Esta demostrado que los "niños índigo" o el factor índigo no existen, solo es un mito, y no lo digo yo, lo dicen las evidencias que cualquiera pudiera comprobar si así lo quisiera hacer. Se necesita tener la mente abierta y los pies en nla tierra para poder darse cuenta de esto. No hablamos de cosas que no se saben o no se comprenden, es más, se ha estudiado e investigado estos y otros temas, la realidad es así. Recuerden: "la verdad se debe de saber".
En el siguiente escrito comentaré sobre los "niños cristal" y la realidad de este mito tan difundido. Como dicen en la UCLA: "Que brille la luz".

Que tengan buen día.


srbelduque@gmail.com

Niños índigo y los cristal: un mito engañoso

Niños índigo y los cristal: un mito engañoso
Belduque
tomado de www.elheraldo.com.ec


Me he dado cuenta como ha aumentado la creencia entre algunos padre de familia sobre la supuesta existencia de unas entidades especiales y superiores a los seres humanos normales, me refiero a los denominados niños índigo y cristal.

Es bastante interesante como los describen las personas que dicen creer en ellos y que promueven su existencia. Se dice mucho de ellos, pero hay muy poco de realidad en ello. Según estas personas, presuntamente los niños índigo tienen una nueva serie de atributos psicológicos con un inusual patrón de comportamiento. Dicen que pueden desarrollar percepción extrasensorial y tienen una alta sensibilidad corporal (hiperestesia), pero no hay pruebas de esto; además mencionan que tienen un gran ingenio y mucha creatividad, curiosamente casi todos los niños son así. ¿En dónde esta lo especial en ellos?

Se les denominó como "niños índigos" por la supuesta parapsicóloga Nancy Ann Tappe, quien afirmaba que, presuntamente, posee la capacidad de ver las "auras" de las personas. Entre otras cosas, se dice que los niños índigo poseen una "cualidad especial" en su glándula pineal, lo que les permite interactuar con el medio ambiente de una forma más certera que las personas comunes, sin dejarse llevar por las emociones, pero de esto no hay ninguna evidencia real, es más, todo indicaría que es todo lo contrario. Además comentan que aunque en algunas ocasiones puedan parecer crueles con otros, no lo son, curiosamente los niños comunes también se comportan de esta manera frecuentemente. Según los creyentes en esto, los niños índigo pueden ser confundidos con niños que padezcan síndrome del déficit de la atención e hiperactividad, pero según ellos no es lo mismo, aunque las evidencias confirman lo contrario.

Afirman que por eso los niños índigo son calificados como rompedores de sistemas, y a menudo son vistos como rebeldes o hiperactivos, pues su conducta puede ser considerada algo desordenada y que son muy distraídos, que sólo se concentran en cosas que sean de interés para ellos, algo que, siendo objetivos, es muy normal en cualquier niño común y corriente. Argumentan que se sienten lideres con gran autoridad y que las expectativas de los índigo son usualmente distintas a las de los niños normales, pero a final de cuentas todos los niños tienen expectativas distintas según la edad, del medio ambienta en que vivan y del desarrollo que tengan.

Es bien sabido que muchos grupos de ideologías esotéricas y de la "nueva era" los mencionan como si fuesen los "salvadores del mundo", que vienen a cambiar los sistemas del mundo, que vienen a formar el "nuevo orden", pero la realidad indica que los niños índigo en realidad no son más que simples niños como cualquiera, pero si estos y sus padres no son bien orientados y encaminados por especialistas profesionales, podrían terminar de maneras muy lamentables. Algunos de los promotores del movimiento índigo dicen que Albert Einstein fue un niño índigo, para ganarse seguidores con este falso mito, de lo cual, obviamente, no hay ninguna prueba real, como no hay pruebas de la existencia real de esta clase de niños especiales.

Algunos han argumentado que existen estudios en la UCLA (Universidad de California, Los Angeles) en donde se demuestra la existencia real de estos niños, pero la verdad es que tales estudios no existen, son falsos, y cualquiera puede verificarlo simplemente visitando el sitio de esta universidad o los archivos médicos y científicos referentes a este tema y verán que no existen. Pero sí se han hecho estudios de niños con conductas iguales a las descritas de los índigo, y se ha comprobado que son niños comunes y corrientes, solo que padecen algún tipo de deficiencia conductual. Incluso se ha argumentado que pueden activar a voluntad su ADN, como si se tratase de una máquina o un motor, algo que no es posible, puesto que el ácido

desoxirribonucleico, que es un compuesto químico que tenemos en todo el cuerpo, no puede activarse o desactivarse a voluntad.
Los menores de edad merecen ser bien tratados y atendidos por sus padres, aunque estos no siempre saben como hacerlo, y en su desesperación inventan o creen cosas que no son reales con tal de justificar o remediar, a medias, las situaciones que se enfrentan en sus hogares. Nadie nace sabiendo ser padre o madre, pero hay instituciones públicas y privadas que les pueden asesorar como sobrellevar la vida con sus hijos. Recuerdo la frase de una madre que, según ella, su hijo es un niño índigo: "va más allá que nosotros y nos enfrenta a situaciones para las cuales no estabamos preparados". Esto es completamente común en padres jóvenes y sin experiencia en estas cuestiones de ser padre o madre, pero no por eso sus hijos son criaturas fuera de lo común.

Los cuestionarios o test para detectar si un niño es un índigo, definitivamente no funcionan, pues mencionan conceptos demasiado ambiguos y generales, en donde cualquier persona puede caer, y por lo mismo no funcionarían para determinar el factor índigo de una persona en especial. Por si fuese poco, los únicos que sí podrían detectar alguna cualidad especial en los niños son los profesionales psicólogos y psiquiatras infantiles, y ellos son los primeros en confirmar que el factor índigo no existe, pues su deber es proteger la salud mental de los niños. Procuremos no engañarlos, ni engañarnos, con ideas fuera de la realidad.

Los niños no necesitan que les inventen cualidades o facultades extraordinarias o paranormales para que sean especiales, el simple hecho de que sean niños los hace especiales, su inocencia, lucidez, su honestidad y todo lo demás que hay en ellos por simple naturaleza, ya los hace especiales. Respetémoslos tal como son, sin ponerles atributos fuera de lo común, o ¿es que necesita que su hijo tenga algo especial para tenerle cariño?

A final de cuentas: Esta demostrado que los "niños índigo" o el factor índigo no existen, solo es un mito, y no lo digo yo, lo dicen las evidencias que cualquiera pudiera comprobar si así lo quisiera hacer. Se necesita tener la mente abierta y los pies en nla tierra para poder darse cuenta de esto. No hablamos de cosas que no se saben o no se comprenden, es más, se ha estudiado e investigado estos y otros temas, la realidad es así. Recuerden: "la verdad se debe de saber".
En el siguiente escrito comentaré sobre los "niños cristal" y la realidad de este mito tan difundido. Como dicen en la UCLA: "Que brille la luz".

Que tengan buen día.


srbelduque@gmail.com

domingo, 19 de abril de 2009


A CIEN AÑOS DEL NACIMIENTO DEL NATURALISTA

Frank Ulloa Royo-

El mensaje del Dr. Skutch señalando que aun es posible estudiar los otros seres vivientes y residir entre ellos en armonía, sin verlos como objetos destructibles de la naturaleza, debe continuar guiándonos. No es posible seguir agitando las banderas de la superioridad humana de unos pocos individuos sobre la propia especie y que su accionar irrazonable lleve a que necesariamente todas las especies sean victimas de la supremacía humana. Es necesario seguir construyendo castillos en el aire a nuestra medida. El respeto por la sabiduría de los viejos puede ser el secreto de esta humanidad loca que viaja a velocidades cibernéticas y no se detiene a ver que va a su propio despeñadero.

A cien años del nacimiento de Alexander Skutch, recordamos aquella frase dicha una tarde cualquiera tomando una taza de café: “Nada nos impide construir castillos en el aire, según nuestras especificaciones. Sin embargo, a menos que nos propongamos traerlos a tierra, incorporándolos al frío mundo de la realidad lo mejor que podamos, nunca llegan a ser productivos, y si bien pueden traernos preciosas experiencias, con mucha frecuencia pueden traernos decepciones y tristezas”. Sus palabras resuenan cada vez con más fuerza y superan cualquier intento de silenciarlas porque vienen desde las profundidades de la selva, desde la naturaleza misma, que lucha por la sobrevivencia de todas sus especies.

A lo largo del río Peñas Blancas, en la zona sur, se produjo un trascendente aporte científico, realizado de manera acuciosa y simple, mediante una observación participante hecha por un naturalista norteamericano, que desde niño, se supo parte de una naturaleza común. Desde ese lugar alejado, sin computadoras ni laboratorios complejos, supo sistematizar una a una las especies de la avifauna de la región. Ese fue el castillo que el construyó a su medida. Quería esas tierras para vivir en ellas con moderación y así lo hizo por casi medio siglo dejando a las futuras generaciones sus observaciones de cincuenta años sobre los cambios que iba sufriendo el bosque donde vivía. Llegó a vivir en la zona sur del país en una zona del pacifico sur aun no expoliada, en su finca Los Cuzingos, estudiando la naturaleza sin destruir, aprisionar ni disecar a los objetos de sus estudios. No acumuló tierras, dejó hijos adoptivos costarricenses y contribuyó desde su soledad voluntaria al desarrollo científico de la humanidad. Cuidó la naturaleza y la naturaleza cuidó de él. Hoy cuando la península de Osa se llena de Organizaciones ambientalistas que son la avanzada de la explotación hotelera, hace cada vez mas falta volver a sus propuestas. Que contraste el de este naturalista de Maryland con los actuales inversionistas norteamericanos y sus socios nativos, que vienen a comprar tierras para apropiarse de los recursos naturales con fines de desarrollo turístico. Están apropiándose sin ruborizarse de las reservas de agua de las futuras generaciones y convirtiendo a los costarricenses en una especie en extinción. Que diferencia de ser humano era este campesino naturalista que decidió tener su finca a la par de una reserva forestal. Que ejemplo para los campesinos que hoy se quejan de no tener agua por haber destruido los bosques aledaños para extraer maderas y hacer fortunas rápidas.
Es que acaso aun podemos integrarnos a la naturaleza y no verla simplemente como una fuente de depredación para hurtar de ella recursos. Construimos campos de golf en donde hubo humedales y bosques. Si se destruye el bosque tropical pone en peligro el agua y la tierra suya y de las futuras generaciones. Frente a la escasez de recursos morales en la Administración pública aun nos quedan alternativas en la reserva moral en los ejemplos como el de este naturalista. Frente al discurso oficial de la siembra de millones de árboles y de protección de la naturaleza, aun quedan personas entre nuestros campesinos y campesinas, entre la gente común que nos topamos cada día, que tienen respeto profundo por la naturaleza, se detienen a escuchar el río y el canto de los yiguirros y pregonan una visión de respeto a la naturaleza desde su vida cotidiana, sin aspavientos ni discursos ecologistas vacíos de toda practica.

Con el fallecimiento de Alexander F. Skutch el 12 de mayo del 2004, faltando apenas una semana para cumplir el centenario de su nacimiento, la ornitología neotropical perdió su más grande naturalista. Su larga serie de publicaciones sobre la historia natural de las aves neotropicales a lo largo de 70 años representa el punto de partida de muchísimos estudios posteriores y estimuló varias áreas de investigación sobre sociobiología, ecología y estrategias reproductivas de las aves en general. Gran parte, si no casi todo lo que sabemos de las historias de vida de unas 300 especies de aves neotropicales, se debe a su dedicación como observador. Fue el autor de más de 200 artículos y 20 libros sobre aves, además de filosofía, y tres libros, casi 50 artículos y cuatro libros sobre que combinaron las dos cosas.

miércoles, 15 de abril de 2009

COMPETENCIAS, CAPTACION Y FIDELIDAD EMPRESARIAL DE LOS JOVENES TRABAJADORES


Con este nombre engañoso, avanza una estrategia que atenta contra los valores que establecían garantías mínimas, de orden legal y constitucional, para lograr una relación laboral digna y estable. Los grupos empresariales se centran en la captación de ese bien tan preciado, el talento joven, útil hoy y desechable en una década, o menos.
A la generación de jóvenes que egresan de las Escuelas de ingeniería y Administración se les habla de la fidelización del talento, y se les cambia la estabilidad por un presente incierto. Se les dice que su nivel de formación, generalmente con posgrados, constituye un bien escaso en un mercado, con una gran demanda de personal especializado y talentoso.


Atracción y fidelización del talento empresarial
Podemos considerar el talento humano como la capacidad de la persona que aplica sus habilidades, destrezas y experiencias para obtener resultados excepcionales, unidos al compromiso por la consecución de los mismos. La lógica de las competencias hparece ser el centro de nuevas contrataciones en las empresas, alcanzando nuevas formas de reclutamiento, promoción, capacitación y remuneración. El foco de atención se ha desplazado así de las calificaciones a las competencias, es decir, al conjunto de saberes puestos en juego por los trabajadores para resolver situaciones concretas del trabajo. Parece importante profundizar este concepto en relación a las nuevas demandas del trabajo, tan precaria en estos tiempos, no ya pensando desde el ángulo de un determinado puesto, sino desde la perspectiva de familias de ocupaciones que exigen competencias semejantes a los trabajadores que las desempeñan, para recién después interrogarse sobre dónde deben aprenderlas y cuánto tiempo les lleva dominarlas.

Qué son las competencias? David Mc Clelland, Spencer y otros desarrollan el concepto de competencias que se señala como “una característica subyacente en el individuo que está causalmente relacionada con sus estandares de efectividad superior al comun, en un trabajo o situación”. La característica subyacente significa que la competencia es una parte profunda de la personalidad y puede predecir el comportamiento en una amplia variedad de situaciones y desafíos laborales.

El estudio profundo de la personalidad de los jovenes , de sus posibilidades o competencia origina o anticipa el comportamiento y desempeño futuro. El estándar de efectividad significa que la competencia realmente predice quién hace algo bien o pobremente, medido sobre un criterio general o estándar.
En un contexto en el que se tiende a la flexibilización, en un proceso de cambio tecnológico y organizacional por efecto de la reestructuración productiva, donde la subcontratación entre grandes y pequeñas empresas se vuelve común, donde la polivalencia y la rotación de ocupaciones se convierten en habituales, se requiere cuidar el usos de los talentos. Todas las personas tienen un conjunto de atributos y conocimientos, adquiridos o innatos, que definen sus competencias para una cierta actividad. Sin embargo, descubrir las competencias no requiere estudiar exhaustivamente el perfil físico, psicológico o emocional de cada persona. Solamente interesan aquellas características que hagan eficaces a las personas dentro de la organización, sobre todo para optimizar su productividad en los momentos actuales.




En este contexto,a los jovenes profesionales, se les dice que ellos tienen espacio para ser más exigentes e imponer sus valores en el entorno empresarial y que este valor marcaría pautas a las empresas en los próximos años. Ellos deben asumir la flexiseguridad en donde encaja su deseo de éxito y libertad. La flexibilidad horaria, el salario y el ambiente laboral flexible es el tridente ideológico que se le propone a los trabajadores y trabajadoras jóvenes. La propuesta final, es que no duden en cambiar de empresa si no se satisfacen sus expectativas, y que dejen atrás la idea de estabilidad, carrera profesional y el trabajo de por vida en una empresa.

Con el desempleo generalizado producto de la crisis se da un incremento de la oferta laboral, hacen que las empresas tengan que replantearse sus estrategias de recursos humanos, no sólo para atraer nuevos talentos, sino también para convertirlos en fieles seguidores de la empresa,-fidelizarlos- sin que se enteren su estancia en el cielo no será permanente.
La emboscada ideológica se da con las propuestas de esa supuesta posibilidad de elección de su salario, de un ambiente laboral agradable pero con exigencias al limite, disfrazadas en la flexibilidad de horarios de trabajo, su condición de empleados de confianza y los planes y bonos de promoción, que les hacen preferir una empresa por encima de otra, sobre una base del hoy y ahora, sin pensar que la vida continua, y que el cansancio, la discapacidad y la vejez algún día llegaran. Un día de tantos se despiertan de este soma empresarial, a una edad donde nadie los contrata, y cuando su energía y talento han sido explotadas al máximo, pasando a vivir de nuevo en la realidad, pero en su nueva condición de desempleados o subempleados. Ellos fueron sustituidos por ejecutivos jóvenes a quienes les espera un final poco feliz. Definitivamente en un mercado de trabajo asimilable a un infierno, no basta con asumir el tridente, para que el éxito perdure. En un artículo reciente “Los jóvenes españoles ante la empresa y el trabajo” realizado por PeopleMatters.. se señala que los jóvenes talentos tienen en cuenta la notoriedad global de la empresa como condición para seleccionar su empleo. Esta notoriedad está determinada por la solidez financiera de la compañía, por la experiencia personal como cliente o consumidor o por la publicidad realizada por la empresa. Así lo manifestaron los 1.802 entrevistados de entre 18 y 30 años y cuyas preferencias han quedado plasmadas en el estudio, y uno de los ejecutivos refiere que : “Las empresas que incorporamos a jóvenes, de 23 a 26 años, para que tengan su primera experiencia laboral, debemos ofrecerles un proyecto para que trabajen, mientras aprenden, mientras hacen nuevos amigos y mientras ganan dinero. Si se consigue ofrecer estos cuatro elementos a la vez, “conseguirás que una parte de esos jóvenes que incorporas se queden contigo”. Para Alfonso Jiménez, Director de People Matters, el entorno empresarial no está en absoluto preparado para estas nuevas exigencias. “Lo que va a hacer cambiar el paradigma de la gestión de personas van a ser precisamente las nuevas circunstancias del mercado laboral, las dificultades que hay para acceder al talento y para gestionar unos jóvenes con unos valores distintos”. El mensaje es que hay que tomarse en serio las políticas de gestión de personas y las estrategias de capital humano, “aunque sea una obviedad”. Entonces es necesario pagar bien y ser serios las políticas de compensación, dado que al final los salarios son la principal fuente para elegir una empresa, según nos dice el estudio. Igualmente mantener una buena reputación como empresa empleadora porque ante dos alternativas la marca contribuye a que los jóvenes se decidan, por lo que la empresa tiene que vender unos valores y una experiencia de trabajo. De la misma manera entregar un ambiente agradable de trabajo. Los jóvenes quieren que el tiempo que pasan en la empresa sea agradable. Los responsables de que eso sea así son fundamentalmente los jefes: tienen que pasar de ser controladores e incluso formadores a ser facilitadores de un entorno de trabajo agradable donde afloren las capacidades ocultas que todos llevamos dentro”. Finalmente promover una cultura de la productividad. Los jóvenes valoran mucho el tiempo libre, por lo que hay que hacer que el horario de trabajo sea productivo, que no se pierda el tiempo y que “si hay que hacer una extensión de jornada tenga una causa realmente justificada”. En medio de estas contradicciones se debate el nuevo modelo de relaciones laborales para los jóvenes profesionales

La flexiseguridad, la nueva zanahoria del neoliberalismo




¿En qué consiste la Flexiseguridad?

Con es termino se nos presenta una fórmula nueva para concebir las relaciones entre trabajadores y empresarios basada en una mayor flexibilidad en los contratos y más empleabilidad
En nuestro medio se empieza a hablar de flexiseguridad y pudiera parecer novedoso.Este modelo ya tiene mas de quince años. El concepto, nacido en la década de los ochenta en Dinamarca y exportado a los países escandinavos, alude a una nueva fórmula de concebir las relaciones entre trabajadores y empresarios basada en una mayor flexibilidad en los contratos y más empleabilidad: ello, conlleva necesariamente incrementar el nivel de formación y de incentivos por parte del Estado para permitir cambiar de empleo sin sobresaltos.
No es flexibilidad para la empresa y seguridad para el trabajador, como se suele explicar ya que ambos necesitan flexibilidad y seguridad. El empresario necesita flexibilidad para ser más competitivo y reorganizar sus empleados en función de su producción, y la seguridad de un marco político y legal estable. Pero es que igualmente, el trabajador no sólo pide seguridad sino también flexibilidad porque tiene hijos y otras cosas que hacer, además de trabajar. Pero sacando de un contecto este concepto, es una herramienta empresarial de despido facii, con un discurso novedoso.

El que no entienda esto, de aquí a poco tiempo estarà despedido.Los sindicatos deben atender esta propuesta con seriedad.La Flexiseguridad por el contrario, no es alargar la jornada laboral hasta 12 horas como se propone en Costa Rica.Tampoco es continuar con la interinidad perenne, y encadenar a los rtrabajadores a una inestabilidad, mediante sucesivos contratos de plazo fijo.
Por el contrario,la flexiseguridad originaria llevaba a afianzar un modelo europeo de capitalismo, en el que la cohesión social tiene que ir de la mano de la competitividad.La flexiseguridad era asi una estrategia fundamental para la adaptación del mercado de trabajo y las empresas privadas a las condiciones cambiantes que impone la globalización.
Con la flesiseguridad se buscaba organizaciones menos jerárquicas y la promoción de fórmulas de contratación colectiva, asumiendo ademas acuerdos laborales personalizados en vez de diseños uniformes.

Se buscaba en el modelo original flexibilidad en la estructuración del tiempo y el calendario de trabajo, tareas por objetivos (cultura de eficiencia frente a la de presencia); fomento de la carrera profesional y la formación a lo largo de la vida, conciliación de la vida personal y laboral e incentivos al teletrabajo; así como políticas activas de empleo en favor de inmigrantes, personas con discapacidad, jóvenes, mujeres y trabajadores de más edad (que al vivir más tiempo pueden trabajar más años, no menos).
Sin embargo, en el actual contexto de crisis económica, es una herramienta de despido encubierto.Los más críticos con la teoría europea de la flexiseguridad, ven el problema considerando que parte de unas bases erróneas porque pretende igualar los derechos de los trabajadores a la baja y apuestan por reformar la legislación en vez de impulsar la negociación colectiva y el diálogo social.

Sus promotores, si embargo, ven en ella una receta mágica que transformará el mercado laboral y lo hará más eficiente. La idea es combinar más flexibilidad en los contratos y despidos para el empresario con más empleabilidad del trabajador, es decir, más formación y ayudas estatales para cambiar de empleo sin traumas. ¿Que consecuencias traera para nuestros paises?
De entrada, hay que tener en cuenta, la idiosincrasia, la tradición y las conquistas sociales de un país como Dinamarca en el que además, la relación entre los interlocutores sociales y las organizaciones empresariales son de confianza mutua y están acostumbrados a la movilidad sectorial como ningún otro socio comunitario, situación impensable en nuestro país. Alli se respetan los sindicatos y la negociacion colectiva. En otro contexto de persecuciòn sindical, e iomposicion, es una herramienta sordida.En nuestros paises, no es posible, sin dialogo social ni sindicatos, lograr normas ágiles de contratación y de despido, asistencia pública sólida y una política laboral activa y respetuosa de las garantias sociales y laborales basicas.
En realidad es una alternativa, incluso una muy buena alternativa en muchos aspectos, pero impracticable o irrealizable en nuestro medio, sin pagar un alto costo en materia de seguridad social y estabilidad laboral.En definitiva, no se trata de favorecer las transiciones mediante una regulación normativa que las fomente, sino de minimizarlas, procurando mejorar las posibilidades de recolocación y empleabilidad.


Es por ello que Susana Merino en Rebanadas de Actualidad, hace un analisis muy critico,de mucha actualidad, que reproducimos integramente para los estudiantes.

"Rebanadas de Realidad: El 13 de diciembre de 2007 los dirigentes de los 27 estados de la UE firmaron el Tratado de Lisboa, culminando así unas negociaciones sobre asuntos institucionales que se habían prolongado durante varios años y que sufrieran un serio traspié al triunfar, en el referéndum francés y en el de los Países Bajos de 2005, la negativa a aceptar la propuesta de una Constitución europea abiertamente neoliberal.

El Tratado de Lisboa modifica los Tratados de la UE y la CE ahora en vigor, pero no los sustituye. El nuevo texto según sus defensores proporcionará a la Unión el marco jurídico y los instrumentos necesarios para hacer frente a los retos del futuro y dar respuesta a las exigencias de los ciudadanos.

Derrotados los argumentos que impulsaban la idea de que la flexibilidad laboral a secas constituía uno de los pilares del crecimiento económico pero sin soñar siquiera con abandonar tales convicciones, la comunidad europea lanza ahora a los cuatro vientos a través de este Tratado el concepto de la flexiseguridad.

Este nuevo concepto, atractivamente maquillado y entusiastamente promovido, promete ser el instrumento que compatibilice los objetivos de "una economía dinámica con la seguridad laboral". Sin embargo todo hace pensar que solo se trata, una vez más, de nuevos intentos de desregulación tendientes a dar mayor prioridad a las necesidades de los empleadores que a las de los empleados.

Un breve repaso de sus principales propuestas permite imaginar que estas sospechas no son gratuitas. Su principal objetivo es orientarse hacia una economía del conocimiento "dinámica y próspera" que teniendo en cuenta las necesidades de empleadores y empleados permita garantizar la seguridad en el empleo más que la seguridad en el puesto de trabajo, disminuyendo la preocupación por los problemas generados por la externalización y la deslocalización, reduciendo las desigualdades laborales y los desfasajes que se producen entre los trabajadores calificados y los no calificados. ¿Cómo? ¿De qué manera? Incentivando simplemente en las empresas la adopción de estrategias que les permitan cambiar rápidamente aprovechando las oportunidades que se les presentan en un mundo en acelerada transformación, es decir que puedan cambiar sus líneas de producción, sus tecnologías y su organización laboral en función de los nuevos requerimientos del mercado y contar en consecuencia con personal capaz de adaptarse con igual celeridad, con "responsabilidad, lealtad e iniciativa".

Esto significa que las empresas podrán o deberán contar con una gama de contratos que les permita, en "caso de necesidad", renovar sus planteles cambiando mano de obra de baja calificación por personal de mayor calificación, como parte de sus estrategias de competitividad. Esta posibilidad reconoce también, sin embargo, la necesidad de elevar los niveles educativos y de formación profesional y de eliminar toda posible barrera discriminatoria por sexo, raza, edad a todo grupo actualmente discriminado por algunas de estas u otras razones.

Las nuevas directivas consideran asimismo que si bien los contratos transitorios, temporarios, etc responden a necesidades prácticas deben seguir siendo la excepción y no deben excluir derechos equivalentes a los de los demás trabajadores e incluyen recomendaciones de incentivar la movilidad ascendente de los asalariados con el objeto de que estos puedan lograr empleos más estables y seguros.

Hasta aquí como puede observarse nada que no contemple en primer término la conveniencia empresaria bajo el levísimo barniz de un enfoque sociolaboral que ni siquiera resiste el más leve rasguño.

Existen algunas otras recomendaciones que tampoco escapan a las generales de la ley y que siguen corroborando las nada ocultas intenciones de seguir manteniendo los privilegios empresarios y postergando las necesidades y aspiraciones de los trabajadores. Se trata de aquellos aspectos vinculados a la flexibilidad horaria aunque "respetando los límites de tiempo establecidos y facilitando la compatibilización entre la vida laboral y familiar" Sin embargo esto queda totalmente desvirtuado cuando se establece que las políticas públicas deben facilitar la movilidad geográfica de modo que "la flexiseguridad debe contemplar también una dimensión regional". Es decir que los trabajadores deben tener asegurada la posibilidad de ocupar puestos en otras zonas de la región y en otras regiones lo que sin duda, aunque parezca protector conspira contra la estabilidad e integridad familiar.

En resumen creo que el siguiente párrafo refleja claramente la intencionalidad de los objetivos de la Comisión que redactara los principios básicos de la flexiseguridad y que expresa:

"La mejor forma de entender que es lo más importante en una estrategia de flexiseguridad consiste en examinar más de cerca las demandas de la economía moderna, el tipo de mano de obra que las empresas europeas necesitan para triunfar y cuales son los principales obstáculos y también la cuestión que la Comisión y la mayoría de los debates europeos actuales han cometido el imperdonable error de obviar sobre el tipo de empresas que necesita la economía europea y en que medida se hacen eco las empresas europeas de los desafíos sociales y económicos que plantea el siglo XXI"

¿Más claro?

Fuente: Reflexión del PSE ( Partido Socialista Europeo) sobre la Comunicación de la Comisión referente a los objetivos de la flexiseguridad laboral.

(*) Arquitecta, editora del informativo semanal "El Grano de Arena" de ATTAC Internacional.

Retener a los empleados, ¿algo difícil de lograr?

Por Mariano Vázquez
En rrhh magazine.com
La preocupación por la falta de personal capacitado es un tema recurrente, además, paralelamente observamos que la rotación de personal en las empresas ha aumentado de manera alarmante. Asimismo, seducidos por otras propuestas vemos como se ha iniciado una migración entre las empresas cada vez mas necesitadas de personal especializado.

Retener y evitar que se marche el personal implica muchas veces activar medidas de emergencia que son reactivas y de efecto inmediato, aunque no siempre con efectos duraderos como, por ejemplo, incrementos salariales, promesas de futuro, etc.;acciones que muchas veces no llegan al fondo de la cuestión.

Ahora bien, ¿cómo hacen las organizaciones para mantener a los mejores empleados?, simplemente conocen lo que es importante para ellos en el presente y en el futuro y trabajan coherentemente para satisfacer así sus necesidades.

Antes de considerar el reto de atraer y retener a la mejor gente para su organización, es bueno empezar analizando el lado oscuro de por qué la gente abandona los trabajos.

Si bien las razones pueden ser variadas, se ha llegado a determinar que hay cinco razones principales de por qué la gente deja sus trabajos y ellas son:

1. Salarios y/o beneficios inadecuados.

2. Falta de reconocimiento.

3. Insatisfacción con la dirección (manera en que se sienten dirigidos y orientados en el trabajo).

4. Aburrimiento.

5. Oportunidades limitadas de progreso.

Si bien esto es sólo el resultado de diversas encuestas realizadas ante este problema, vemos que es muy común y se aplica en la mayoría de las organizaciones.

Asimismo, en estos tiempos vemos que los últimos 4 puntos son los que más les cuesta reconocer a los empresarios.

En estos casos el Coaching Ontológico asiste a los Directores y empresarios a prevenir que sus empleados decidan cambiar de trabajo y a ver aquello que por sí mismos no pueden observar y que les lleva constantemente a cometer los mismos errores.

El coaching propone un cambio paradigmático en la manera de observar al mundo y de observarnos a nosotros mismos dentro de él.

Si consideran que algunas de estas cinco razones de por qué abandonan la empresa se ajusta a la realidad de su empresa, a continuación les mostramos los tres aspectos claves a tener en cuenta.

Reconocer y valorar

A menudo olvidamos valorar los éxitos y aprender de los fracasos. Sin embargo, el reconocimiento constituye para el gerente una herramienta importante en su diaria labor.

Con la práctica vemos que el reconocimiento se vuelve cada vez más eficaz si se ejerce de manera directa. Además, para que de resultados duraderos, hay que considerar que el reconocimiento se debe realizar desde una posición de sinceridad, con argumentos y de forma personalizada.

Insatisfacción con los Jefes

Las estadísticas no engañan, “la gente deja a la gente y no a los trabajos”. El 30% de las personas dejan sus trabajos por sus jefes, ya que una actitud incorrecta hacia los empleados puede empañar los excelentes programas de remuneración, incentivos, capacitación y todo lo que la organización ha estado desarrollando para retener y atraer a sus empleados.

Para evitar esta situación, el coaching desarrolla la capacidad de los managers (jefes, directivo) en términos de liderazgo y habilidades de dirección; invitándolos a solicitar feedback a cada uno de los integrantes de la empresa, a superiores, pares y a los miembros de su equipo, permitiéndoles obtener una información valiosa acerca de lo que ellos están haciendo bien y qué es lo que podrían hacer mejor.

Aburrimiento y/o estrés

Con respecto a este ultimo punto, resulta mucho mas claro mostrar de qué manera impacta el nivel de habilidades adquiridas versus el nivel de desafió percibido por el empleado.

Lo que podemos ver claramente desde este grafico es cómo impacta en la organización el tener empleados con un buen nivel de habilidades que perciben poco desafió en su entorno laboral; los cuales terminan aburriéndose de su trabajo y renunciando.

Por otro lado, empleados con pocas habilidades y un nivel de desafío percibido muy alto, genera una zona de ansiedad o de estrés que termina por desgastar al empleado.

El coaching ontológico es una posibilidad a este problema, ya que por medio de la asistencia del coach, el empleado transita por este corredor de creatividad, permitiéndole ir desarrollando sus competencias y sus habilidades a medida que va percibiendo un mayor nivel de desafío.

Mariano Vázquez, Coach Ontológico Profesiona

Cuidado con los despidos en época de crisis

Por Ana María Gómez, en rrhhmagazine.com

Algunas empresas se han visto gravemente perjudicadas por la crisis económica que parece azotar a muchas empresas del país. Por este motivo, un gran número de compañías se han lanzado a una avalancha de despidos con el fin de intentar mejorar su situación económica.

Los nervios de los empresarios, en ocasiones, les obliga a tomar decisiones rápidas, más fruto del pánico que del razonamiento. Por este motivo, es importante pararse a pensar seriamente sobre cuál es la situación real de nuestra empresa. ¿Realmente me está afectando la crisis en un grado alarmante?

Comento este punto porque, aunque es cierto que hay empresas que se encuentran en peligro por culpa de la crisis, otras empresas se han dejado llevar por la crisis psicológica, adoptando medidas extremas que no hacen más que perjudicar su situación real.

Por este motivo, debemos tener cuidado con las decisiones que tomamos, porque aquellas medidas que todos consideramos “perfectas” más tarde nos damos cuenta de que no lo son.

Vamos a ver cuáles son las medidas más utilizadas en la actualidad por las empresas que están en crisis y por las que creen estarlo.

Medida número 1: Finiquitar a aquellos trabajadores que tienen contrato temporal (cuando han llegado a la fecha fin establecida en el contrato).

Medida número 2: Jubilar de forma anticipada o a través de la jubilación parcial, a aquellos trabajadores que cumplan con los requisitos.

Medida número 3: Pactar con los trabajadores una indemnización X (que por supuesto intentaremos que sea inferior a la que le correspondería en caso de ser un despido improcedente).

Pero, ¿cuáles son las consecuencias de dichas decisiones?

Los contratos temporales se realizan principalmente y de forma general a trabajadores jóvenes. Al extinguir dichos contratos por finalización del plazo contratado, estamos privando a nuestra empresa de la frescura y nuevos conocimientos que pueden aportar. Por norma general, los trabajadores jóvenes aspiran a más, son más ambiciosos, tienen mayor capacidad de aprendizaje y adaptación, y tienen un mayor recorrido profesional. Apostar por ellos es apostar por el futuro. Finiquitar a aquellos trabajadores con contrato temporal es limitar las posibilidades de la empresa de adaptarse a un mercado cada vez más dinámico y competitivo.

Realizar jubilaciones anticipadas y jubilaciones a tiempo parcial, implica que el personal de mayor edad, con más antigüedad, que mejor conoce la empresa, que posee más experiencias acumuladas, va dejar de prestar servicios para la compañía (o a reducir considerablemente su jornada en el caso de la jubilación parcial). Por norma general, las personas de mayor edad son más regulares y estables que las más jóvenes. Un trabajador joven que se está iniciando en el mundo laboral, fácilmente cambiará de empresa si se le ofrecen mayores incentivos económicos.

Una persona más mayor, valorará de forma más importante otra serie de incentivos, como la estabilidad en el empleo, la cercanía a su domicilio, el buen clima laboral y la independencia inherente a tantos años de profesión. Privar a la empresa de este grupo de trabajadores puede salirle bien a corto plazo (en cuanto a tema económico se refiere) pero habrá perdido la regularidad y la seguridad que confieren personas de probada experiencia.

Finalmente, en cuanto a la opción de “pactar” despidos con sus trabajadores puede ser la mejor opción “a priori” pero también la más cara ya que el trabajador solo abandonará la empresa con unos buenos incentivos económicos.

Por tanto, en esta época de crisis, tenemos que pensar fríamente antes de tomar ninguna decisión. Es importante que se tengan en cuenta todas las posibilidades y se estudien las opciones de que dispone la empresa. Posiblemente una empresa que está realmente en crisis (y no me refiero a problemas económicos puntuales o concretos), no tenga ya opción de elegir, pero usted, que todavía está en una buena situación dentro de la etapa en que vivimos, debe saber con qué personal cuenta, mantener un buen criterio antes de proceder a finiquitar a todo un grupo de trabajadores e intentar mantener un buen equilibrio en la empresa para que no sea peor el remedio que la enfermedad.

sábado, 11 de abril de 2009

¿Civilización, cinismo y neoliberalismo?

Natalia Sierra. Universidad Pontificia del Ecuador.

La crisis y la consolidación del poder de las clases dominantes

¿Marca esta crisis el final del neoliberalismo? Yo creo que depende de lo que se entienda por neoliberalismo. En mi interpretación, el neoliberalismo ha sido un proyecto de clase camuflado bajo una proteica retórica sobre la libertad individual, el albedrío, la responsabilidad personal, la privatización y el libre mercado. Pero esa retórica no era sino un medio para la restauración y consolidación del poder de clase, y en este sentido, el proyecto neoliberal ha sido todo un éxito.

Uno de los principios básicos que quedaron sentados en los setenta fue que el poder del Estado tenía que proteger las instituciones financieras, costara lo que costara. Ese principio fue puesto por obra en la crisis de Nueva York de mediados de los setenta, y fue internacionalmente definido por vez primera cuando se cernía sobre México el espectro de la bancarrota, en 1982. Eso habría destruido los bancos de inversión neoyorquinos, de modo que el Tesoro estadounidense y el FMI actuaron de consuno en rescate de México. Mas, al hacerlo, impusieron un programa de austeridad a la población mexicana. En otras palabras, protegieron a los bancos y destruyeron al pueblo; no otra ha sido la práctica regular del FMI desde entonces. El presente rescate es el mismo viejo cuento, una vez más, sólo que a una escala ciclópea.

Lo que pasó en los EEUU fue que 8 hombres nos dieron un documento de 3 páginas a modo de pistola que nos apuntaba a todos: “dadnos 700 mil millones de dólares, y no se hable más”. Para mí eso fue una suerte de golpe financiero contra el Estado y contra la población norteamericanos. Lo que significa que no se saldrá de esta crisis con una crisis de la clase capitalista; se saldrá de ella con una consolidación todavía mayor de esa clase. Terminará habiendo 4 o 5 grandes entidades financieras en los EEUU, no más. Muchos en Wall Street están ya medrando ahora mismo. Lazard’s, a causa de su especialización en fusiones y adquisiciones, está ganando dinero a espuertas. Algunos no escaparán a la quema, pero habrá por doquiera una consolidación del poder financiero. Andrew Mellon –banquero norteamericano, Secretario del Tesoro en 1921-32— dejó estupendamente dicho que en una crisis los activos terminan siempre por regresar a sus legítimos propietarios. Una crisis financiera es un modo de racionalizar lo que es irracional: por ejemplo, el inmenso crac asiático de 1997-8 resultó en un nuevo modelo de desarrollo capitalista. Las grandes alteraciones llevan a una reconfiguración, a una nueva forma de poder de clase. Podría ir mal, políticamente hablando. El rescate bancario ha sido resistido en el Senado y en otras partes, de manera que es posible que la clase política no se alinee tan fácilmente: pueden poner estorbos en el camino, pero, hasta ahora, han tragado y no han nacionalizado los bancos.

Sin embargo, esto podría llevar a una lucha política de mayor calado: se percibe una vigorosa resistencia a dar más poder a quienes nos metieron en este lío. La elección de equipo económico de Obama está siendo cuestionada; por ejemplo, la de Larry Summers, que era Secretario del Tesoro en el momento clave en que muchas cosas empezaron a ir realmente mal, al final de la administración Clinton. ¿Por qué dar cargos a tantas gentes favorables a Wall Street, al capital financiero, que reintrodujeron el predominio del capital financiero? Eso no quiere decir que no vayan a rediseñar la arquitectura financiera, porque saben que su rediseño es ineludible, pero la cuestión es: ¿para quién la rediseñarán? La gente está verdaderamente descontenta con el equipo económico de Obama; también el grueso de la prensa.

Se precisa una nueva forma de arquitectura financiera. Yo no creo que deban abolirse todas las instituciones existentes; no, desde luego, el Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés), ni siquiera el FMI. Yo creo que necesitamos esas instituciones, pero que tienen que transformarse radicalmente. La gran cuestión es: quién las controlará y cuál será su arquitectura. Necesitaremos gente, expertos con alguna inteligencia del modo en que esas instituciones funcionan y pueden funcionar. Y eso es muy peligroso, porque, como podemos ver ya ahora mismo, cuando el Estado busca a alguien que entienda lo que está pasando, suele mirar a Wall Street.

Un movimiento obrero inerme: hasta aquí hemos llegado

Que podamos salir de esta crisis por alguna otra vía depende, y por mucho, de la relación de fuerzas entre las clases sociales. Depende de hasta qué punto el conjunto de la población diga: “¡hasta aquí hemos llegado; hay que cambiar el sistema!”. Ahora mismo, cuando se observa retrospectivamente lo que les ha pasado a los trabajadores en los últimos 50 años, se ve que no han conseguido prácticamente nada de este sistema. Pero no se han rebelado. En los EEUU, en los últimos 7 u 8 años, se ha deteriorado en general la condición de las clases trabajadoras, y no se ha dado un movimiento masivo de resistencia. El capitalismo financiero puede sobrevivir a la crisis, pero eso depende por completo de que se produzca una rebelión popular contra lo que está pasando, y de que haya una verdadera embestida tendente a reconfigurar el modo de funcionamiento de la economía.

Uno de los mayores obstáculos atravesados en el camino de la acumulación continuada de capital fue, en los 60 y comienzos de los 70, el factor trabajo. Había escasez de trabajo, tanto en Europa como en los EEUU, y el mundo del trabajo estaba bien organizado, con influencia política. De modo, pues, que una de las grandes cuestiones para la acumulación de capital en ese período era: ¿cómo puede lograr el capital tener acceso a suministros de trabajo más baratos y más dóciles? Había varias respuestas. Una pasaba por estimular la inmigración. En los EEUU se revisaron en serio las leyes migratorias en 1965, lo que les permitió el acceso a la población mundial excedente (antes de eso, sólo se favorecía migratoriamente a caucásicos y europeos). A fines de los 60, el gobierno francés subsidiaba la importación de mano de obra magrebí, los alemanes traían a turcos, los suecos importaban yugoslavos y los británicos tiraban de su imperio. Así que apareció una política proinmigración, que era una forma de lidiar con el problema.

Otra vía fue el cambio tecnológico rápido, que echa a la gente del trabajo, y si eso fallaba, ahí estaban gentes como Reagan, Thatcher y Pinochet para aplastar al movimiento obrero organizado. Finalmente, y por la vía de la deslocalización, el capital se desplaza hacia dónde hay mano de obra excedente. Eso fue facilitado por dos cosas. Primero, la reorganización técnica de los sistemas de transporte: una de las mayores revoluciones ocurridas durante ese período fue la de los containers, que permitieron fabricar partes de automóviles en Brasil y embarcarlas a bajo coste hacia Detroit, o hacia dónde fuera. En segundo lugar, los nuevos sistemas de comunicación permitieron una organización más ajustada en el tiempo de la producción en cadena de mercancías a través del espacio global.

Todas estas vías se encaminaban a resolver para el capital el problema de la escasez de trabajo, de modo que hacia 1985 el capital había dejado de tener problemas al respecto. Podía tener problemas específicos en zonas particulares, pero, globalmente, tenía a su disposición abundante trabajo; el subitáneo colapso de la Unión Soviética y la transformación de buena parte de China vinieron a añadir a cerca de 2 mil millones de personas al proletariado global en el pequeño espacio de 20 años. Así pues, la disponibilidad de trabajo no representa hoy problema ninguno, y el resultado de eso es que el mundo del trabajo ha ido quedando en situación de indefensión en los últimos 30 años. Pero cuando el trabajo está inerme, recibe salarios bajos, y si te empeñas en represar los salarios, eso limitará los mercados. De modo que el capital comenzó a tener problemas con sus mercados. Y ocurrieron dos cosas.

La primera: el creciente hiato entre los ingresos del trabajo y lo que los trabajadores gastaban comenzó a salvarse mediante el auge de la industria de las tarjetas de crédito y mediante el creciente endeudamiento de los hogares. Así, en los EEUU de 1980, nos encontramos con que la deuda media de los hogares rondaba los 40.000 dólares [copnstantes], mientras que ahora es de unos 130.000 dólares [constantes] por hogar, incluyendo las hipotecas. La deuda de los hogares se disparó, y eso nos lleva a la financiarización, que tiene que ver con unas instituciones financieras lanzadas a sostener las deudas de los hogares de gente trabajadora, cuyos ingresos han dejado de crecer. Y empiezas por la respetable clase trabajadora, pero más o menos hacia 2000 te empiezas a encontrar ya con hipotecas subprime en circulación. Buscas crear un mercado. De modo que las entidades financieras se lanzan a sostener el financiamiento por deuda de gente prácticamente sin ingresos. Mas, de no hacerlo, ¿qué ocurriría con los promotores inmobiliarios que construían vivienda? Así pues, se hizo, y se buscó estabilizar el mercado financiando el endeudamiento.

Todos los análisis sobre la actual crisis del capital, tanto los moderados como los radicales, más allá de sus explícitas declaraciones, coinciden en una sola cosa: el capitalismo no va más, se terminó, finito y cualquier intento por sostenerlo, por revivirlo solo provocará que su desplome sea más catastrófico.

Ya está claro que la crisis financiera es un elemento más de la crisis global de la civilización capitalista, creer en lo contrario es simplemente esconder la basura bajo la alfombra hasta que se atiborre de podredumbre y estalle en el corazón del insolente narcisismo burgués que la ha generado.

La despreciada tesis marxista sobre la baja en la tasa de ganancia, que explicaba el límite interno del propio desarrollo de la economía capitalista, hoy por hoy se cumple por sobre las novelerías liberales-burguesas (keynesianas o neoliberales).

Sabemos que la crisis actual es el desenlace necesario de la crisis crónica de sobreproducción que desde hace cuatro décadas soportan las economías centrales, decir que la intervención del estado para proteger el mercado va a salvarnos de este atolladero civilizatorio es una vana ilusión que puede hacer abortar la última posibilidad de cambiar la historia, y evitar el hundimiento humano en la barbarie y en el colapso ecológico que necesariamente la va a acompañar.

El límite civilizatorio al que hemos arribado nos impone una elección -que debería ser obligada si aún sobrevive la razón histórica, si aún sobrevive la volunta humana de poder desplegar mundo-: o atravesamos el umbral de lo conocido, gastado y acabado, en otras palabras atravesamos la frontera que contiene este destruido ensayo civilizatorio y emprendemos la construcción de otro mundo, o el miedo nos paraliza y desaprovechamos la posibilidad a-histórica que la propia crisis civilizatoria a abierto, es decir nos encerramos en este tiempo histórico y nos autocondenamos a la destrucción humana.

Parece ser que en estas épocas de profundas crisis civilizatoria, donde la historia conocida se paraliza en una especie de compulsión a la repetición paranoica de sus últimos pasos, se abre la única posibilidad de elección real para la conciencia humana. Momento único de libertad para elegir el destino de la humanidad, pues nada garantiza ni asegura que el ser humano se sumerja en la pulsión de muerte y la atraviese produciendo un nuevo acontecimiento histórico, digamos creando otro mundo desde la potencia de su pulsión de vida.

Así mismo, ninguna fuerza trascendental metafísica, llámese Dios, Razón o Fuerzas Productivas, va a impedir que quedemos fatalmente atrapados en la pulsión de muerte, en este caso derrotados por la insoportable angustia de nuestra complicada y crítica existencia humana podemos buscar el sosiego en la muerte biológica de nuestra especie.

Dicho de otra manera, sino aceptamos la muerte simbólica que implica aceptar que el mundo moderno capitalista con todas sus promesas filosóficas, políticas, económicas, tecnológica, e ideológicas terminó y con él el humano concebido y estructurado desde ese paradigma, lo más probable es que tengamos que enfrentarnos a la desaparición de la especie humana, debido a la inevitable catástrofe ecológica y social que esta obsesión de perpetuidad capitalista provoca.

El desgaste de esta civilización parece haber provocado en el ser humano un doble trastorno -social y biológico -. Por un lado, hemos sido presa de un pesado cinismo desde el que sabemos exactamente lo que está sucediendo con la civilización y el medio ambiente y sin embargo mantenemos una fría distancia cómplice y resignada frente a un destino catastrófico asumido como fatal.

El cínico es una especie de espectador pasivo del último espectáculo humano; el sujeto de la cultura del espectáculo acostumbrado a ver a través de la pantalla del televisor los desastres humanos y ecológicos mezclados con las producciones hollywoodenses sin poder distinguir la realidad de la ilusión mediática. Por otro lado, la enajenación humana producida por la lógica económica capitalista parece haber provocado una profunda estupidez, un daño cerebral que nos impide tomar las decisiones necesarias para detener el colapso de la vida humana.

Para tener un criterio de la profunda estupidez humana, basta con mirar el gigantesco salvataje al sistema financiero que los estados de los países industrializados han realizado, buscando salvar al capitalismo de su peor crisis; salvar al criminal regalándole la misma arma con la cual cometió su crimen, para asegurar que lo vuelva a cometer. Se dirá que justamente ésta es la lógica que mueve a la economía capitalista y que en ese sentido es absolutamente racional, pues responde a los intereses del capital, de hecho es así, pero justamente es esa coherencia racional del capital donde radica la estupidez humana que la hace viable.

La lógica irracional del capital inscrita en la subjetividad humana es lo que ha provocado su daño cerebral, su estupidez. Ciertos biólogos dirían que quizás la especie sapiens ya cumplió su ciclo vital y tienen que desaparecer, sin embargo desde la mirada del pensamiento social (humanista) no es fácil aceptar este argumento biológico, posiblemente haya en la mirada social demasiado narcisismo antropocéntrico pero es difícil renunciar a él, es difícil aceptar el fin de la especie humana, a pesar de que parece estar enferma de muerte, contaminada de cinismo y estupidez.

Queriendo evitar el asesinato total de la utopía, se puede decir que hay un humano que quizás ha podido escapar al virus del cinismo y la estupidez, digamos, escapar a la subjetividad del capitalismo en su época terminal. El humano menos “humano” en el capitalismo, el menos “racional”, el menos moderno, el menos ciudadano, el menos sujeto, el menos individuo, el menos propietario privado, el menos consumista; es ese humano el que podría abrir el acontecimiento, abrir el tiempo de la historia en tanto que tiempo de creación y despliegue de mundo.

Ese humano que carece de lugar en este mundo, tanto de lugar físico porque ha sido expulsado de su territorio, cuanto de lugar psíquico-subjetivo porque no calza ni alcanza con los atributos que definen la humanidad en la modernidad capitalista. Ese humano extranjero, absolutamente extranjero en el mundo capitalista, el que por el hecho de no tener lugar en el espacio del mercado mundial -ni como obrero, ni como consumidor, ni como ciudadano, ni como sujeto, ni como propietario privado, ni como individuo- tienen que abrir la puerta hacia otro mundo donde pueda existir, porque en éste simplemente no tienen oportunidad de existir, porque éste no es más su mundo, porque todo en él le es extraño y ajeno.

Ese humano es la mayoría silenciada, coartada de decisiones, prohibida de opciones, esa mayoría que padece las necias decisiones del poder burgués a nivel mundial y justamente por esto puede poner una distancia, no cínica, con el capitalismo, sus crisis, sus absurdos, sus contradicciones, sus promesas fracasadas y sus ilusiones gastadas.

Puede detenerse y observar, ocupar el lugar del observador que con su mirada extranjera desmonta la buena marcha del ritual mercantil que confirma el mito capitalista, digamos que puede observar las necedades de los rescates financieros que los estados aplican para salir de la crisis, o aquellos de las recetas científico-tecnológicas para evitar la ruina ecológica, o esos de las inyecciones económicas para motivar e impulsar el consumo depredador de los ciudadanos de los países industrializados, etc. El es el único observador extranjero de la idiotez del hombre moderno, el que puede escapar de la compulsión que nos lleva a caminar lo andado y repetir la historia.

La tarea de ese extranjero ya no es buscar un lugar en este mundo (exigir los derechos del ciudadano, mendigar recursos para su conversión en consumidor, reclamar su condición de fuerza de trabajo ofertable en el mercado laboral internacional, etc.), ya ni siquiera es acabar con este mundo porque el capitalismo se acabó “solo”, implosiona sin ayuda, su tarea es hacer justicia con su propia insistencia de porvenir y, como diría Alain Badieu, hacerse cargo de las consecuencia de la misma. Su tarea es provocar el acontecimiento histórico, porque solo el pueblo sin lugar puede romper el espacio que le niega y empezar a caminar, empezar su éxodo hacia otra manera de ser, otra manera de existir, otra humanidad.

El éxodo hacia el otro mundo no es fácil, exige asumir la muerte simbólica, es decir renunciar a este mundo y todas su promesas e ilusiones, que de paso hay que decir que ya casi no existen así que resulta menos complicado sino somos necios, renunciar y no regresar a ver, atravesar el desierto con la convicción absoluta e inmanente de que lo que construyamos más allá de este viejo y agónico mundo siempre será mejor, solo por el hecho de que empezaremos a construir.

Entendiendo que el capital ha colonizado la totalidad del territorio natural cerrando el tiempo de su propia historia y abarcando todo el espacio Tierra, el éxodo hacia el otro mundo no es un movimiento de desplazamiento espacial, es un viaje a un mundo otro, a una otra dimensión en el mismo punto azul del universo solar; es un viaje que no camina lo caminado aunque recorra las mismas geografías.

El éxodo hacia el otro mundo es una aventura psíquica, simbólica, subjetiva y material que exige mucha disciplina, pues como todo viaje a lo desconocido implica precariedad, indigencia, miedo y vulnerabilidad y solo la disciplina permitirá inscribir e instaurar una manera distinta de vivir, nuevas formas de mirarnos de relacionarnos, una nueva manera de estar en y con la naturaleza.

Los procesos donde se empieza una nueva praxis humana, digamos otra objetivación humana, tiene la cualidad de lo sagrado, es decir, reúnen en una misma experiencia lo tremendo y lo fascinante de lo no conocido, de lo aún no dibujado ni tejido.

Recuperar la radicalidad epistémica del pensamiento marxista.

¿Civilización, cinismo y neoliberalismo?

La crisis y la consolidación del poder de las clases dominantes

¿Marca esta crisis el final del neoliberalismo? Yo creo que depende de lo que se entienda por neoliberalismo. En mi interpretación, el neoliberalismo ha sido un proyecto de clase camuflado bajo una proteica retórica sobre la libertad individual, el albedrío, la responsabilidad personal, la privatización y el libre mercado. Pero esa retórica no era sino un medio para la restauración y consolidación del poder de clase, y en este sentido, el proyecto neoliberal ha sido todo un éxito.

Uno de los principios básicos que quedaron sentados en los setenta fue que el poder del Estado tenía que proteger las instituciones financieras, costara lo que costara. Ese principio fue puesto por obra en la crisis de Nueva York de mediados de los setenta, y fue internacionalmente definido por vez primera cuando se cernía sobre México el espectro de la bancarrota, en 1982. Eso habría destruido los bancos de inversión neoyorquinos, de modo que el Tesoro estadounidense y el FMI actuaron de consuno en rescate de México. Mas, al hacerlo, impusieron un programa de austeridad a la población mexicana. En otras palabras, protegieron a los bancos y destruyeron al pueblo; no otra ha sido la práctica regular del FMI desde entonces. El presente rescate es el mismo viejo cuento, una vez más, sólo que a una escala ciclópea.

Lo que pasó en los EEUU fue que 8 hombres nos dieron un documento de 3 páginas a modo de pistola que nos apuntaba a todos: “dadnos 700 mil millones de dólares, y no se hable más”. Para mí eso fue una suerte de golpe financiero contra el Estado y contra la población norteamericanos. Lo que significa que no se saldrá de esta crisis con una crisis de la clase capitalista; se saldrá de ella con una consolidación todavía mayor de esa clase. Terminará habiendo 4 o 5 grandes entidades financieras en los EEUU, no más. Muchos en Wall Street están ya medrando ahora mismo. Lazard’s, a causa de su especialización en fusiones y adquisiciones, está ganando dinero a espuertas. Algunos no escaparán a la quema, pero habrá por doquiera una consolidación del poder financiero. Andrew Mellon –banquero norteamericano, Secretario del Tesoro en 1921-32— dejó estupendamente dicho que en una crisis los activos terminan siempre por regresar a sus legítimos propietarios. Una crisis financiera es un modo de racionalizar lo que es irracional: por ejemplo, el inmenso crac asiático de 1997-8 resultó en un nuevo modelo de desarrollo capitalista. Las grandes alteraciones llevan a una reconfiguración, a una nueva forma de poder de clase. Podría ir mal, políticamente hablando. El rescate bancario ha sido resistido en el Senado y en otras partes, de manera que es posible que la clase política no se alinee tan fácilmente: pueden poner estorbos en el camino, pero, hasta ahora, han tragado y no han nacionalizado los bancos.

Sin embargo, esto podría llevar a una lucha política de mayor calado: se percibe una vigorosa resistencia a dar más poder a quienes nos metieron en este lío. La elección de equipo económico de Obama está siendo cuestionada; por ejemplo, la de Larry Summers, que era Secretario del Tesoro en el momento clave en que muchas cosas empezaron a ir realmente mal, al final de la administración Clinton. ¿Por qué dar cargos a tantas gentes favorables a Wall Street, al capital financiero, que reintrodujeron el predominio del capital financiero? Eso no quiere decir que no vayan a rediseñar la arquitectura financiera, porque saben que su rediseño es ineludible, pero la cuestión es: ¿para quién la rediseñarán? La gente está verdaderamente descontenta con el equipo económico de Obama; también el grueso de la prensa.

Se precisa una nueva forma de arquitectura financiera. Yo no creo que deban abolirse todas las instituciones existentes; no, desde luego, el Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés), ni siquiera el FMI. Yo creo que necesitamos esas instituciones, pero que tienen que transformarse radicalmente. La gran cuestión es: quién las controlará y cuál será su arquitectura. Necesitaremos gente, expertos con alguna inteligencia del modo en que esas instituciones funcionan y pueden funcionar. Y eso es muy peligroso, porque, como podemos ver ya ahora mismo, cuando el Estado busca a alguien que entienda lo que está pasando, suele mirar a Wall Street.

Un movimiento obrero inerme: hasta aquí hemos llegado

Que podamos salir de esta crisis por alguna otra vía depende, y por mucho, de la relación de fuerzas entre las clases sociales. Depende de hasta qué punto el conjunto de la población diga: “¡hasta aquí hemos llegado; hay que cambiar el sistema!”. Ahora mismo, cuando se observa retrospectivamente lo que les ha pasado a los trabajadores en los últimos 50 años, se ve que no han conseguido prácticamente nada de este sistema. Pero no se han rebelado. En los EEUU, en los últimos 7 u 8 años, se ha deteriorado en general la condición de las clases trabajadoras, y no se ha dado un movimiento masivo de resistencia. El capitalismo financiero puede sobrevivir a la crisis, pero eso depende por completo de que se produzca una rebelión popular contra lo que está pasando, y de que haya una verdadera embestida tendente a reconfigurar el modo de funcionamiento de la economía.

Uno de los mayores obstáculos atravesados en el camino de la acumulación continuada de capital fue, en los 60 y comienzos de los 70, el factor trabajo. Había escasez de trabajo, tanto en Europa como en los EEUU, y el mundo del trabajo estaba bien organizado, con influencia política. De modo, pues, que una de las grandes cuestiones para la acumulación de capital en ese período era: ¿cómo puede lograr el capital tener acceso a suministros de trabajo más baratos y más dóciles? Había varias respuestas. Una pasaba por estimular la inmigración. En los EEUU se revisaron en serio las leyes migratorias en 1965, lo que les permitió el acceso a la población mundial excedente (antes de eso, sólo se favorecía migratoriamente a caucásicos y europeos). A fines de los 60, el gobierno francés subsidiaba la importación de mano de obra magrebí, los alemanes traían a turcos, los suecos importaban yugoslavos y los británicos tiraban de su imperio. Así que apareció una política proinmigración, que era una forma de lidiar con el problema.

Otra vía fue el cambio tecnológico rápido, que echa a la gente del trabajo, y si eso fallaba, ahí estaban gentes como Reagan, Thatcher y Pinochet para aplastar al movimiento obrero organizado. Finalmente, y por la vía de la deslocalización, el capital se desplaza hacia dónde hay mano de obra excedente. Eso fue facilitado por dos cosas. Primero, la reorganización técnica de los sistemas de transporte: una de las mayores revoluciones ocurridas durante ese período fue la de los containers, que permitieron fabricar partes de automóviles en Brasil y embarcarlas a bajo coste hacia Detroit, o hacia dónde fuera. En segundo lugar, los nuevos sistemas de comunicación permitieron una organización más ajustada en el tiempo de la producción en cadena de mercancías a través del espacio global.

Todas estas vías se encaminaban a resolver para el capital el problema de la escasez de trabajo, de modo que hacia 1985 el capital había dejado de tener problemas al respecto. Podía tener problemas específicos en zonas particulares, pero, globalmente, tenía a su disposición abundante trabajo; el subitáneo colapso de la Unión Soviética y la transformación de buena parte de China vinieron a añadir a cerca de 2 mil millones de personas al proletariado global en el pequeño espacio de 20 años. Así pues, la disponibilidad de trabajo no representa hoy problema ninguno, y el resultado de eso es que el mundo del trabajo ha ido quedando en situación de indefensión en los últimos 30 años. Pero cuando el trabajo está inerme, recibe salarios bajos, y si te empeñas en represar los salarios, eso limitará los mercados. De modo que el capital comenzó a tener problemas con sus mercados. Y ocurrieron dos cosas.

La primera: el creciente hiato entre los ingresos del trabajo y lo que los trabajadores gastaban comenzó a salvarse mediante el auge de la industria de las tarjetas de crédito y mediante el creciente endeudamiento de los hogares. Así, en los EEUU de 1980, nos encontramos con que la deuda media de los hogares rondaba los 40.000 dólares [copnstantes], mientras que ahora es de unos 130.000 dólares [constantes] por hogar, incluyendo las hipotecas. La deuda de los hogares se disparó, y eso nos lleva a la financiarización, que tiene que ver con unas instituciones financieras lanzadas a sostener las deudas de los hogares de gente trabajadora, cuyos ingresos han dejado de crecer. Y empiezas por la respetable clase trabajadora, pero más o menos hacia 2000 te empiezas a encontrar ya con hipotecas subprime en circulación. Buscas crear un mercado. De modo que las entidades financieras se lanzan a sostener el financiamiento por deuda de gente prácticamente sin ingresos. Mas, de no hacerlo, ¿qué ocurriría con los promotores inmobiliarios que construían vivienda? Así pues, se hizo, y se buscó estabilizar el mercado financiando el endeudamiento.

Todos los análisis sobre la actual crisis del capital, tanto los moderados como los radicales, más allá de sus explícitas declaraciones, coinciden en una sola cosa: el capitalismo no va más, se terminó, finito y cualquier intento por sostenerlo, por revivirlo solo provocará que su desplome sea más catastrófico.

Ya está claro que la crisis financiera es un elemento más de la crisis global de la civilización capitalista, creer en lo contrario es simplemente esconder la basura bajo la alfombra hasta que se atiborre de podredumbre y estalle en el corazón del insolente narcisismo burgués que la ha generado.

La despreciada tesis marxista sobre la baja en la tasa de ganancia, que explicaba el límite interno del propio desarrollo de la economía capitalista, hoy por hoy se cumple por sobre las novelerías liberales-burguesas (keynesianas o neoliberales).

Sabemos que la crisis actual es el desenlace necesario de la crisis crónica de sobreproducción que desde hace cuatro décadas soportan las economías centrales, decir que la intervención del estado para proteger el mercado va a salvarnos de este atolladero civilizatorio es una vana ilusión que puede hacer abortar la última posibilidad de cambiar la historia, y evitar el hundimiento humano en la barbarie y en el colapso ecológico que necesariamente la va a acompañar.

El límite civilizatorio al que hemos arribado nos impone una elección -que debería ser obligada si aún sobrevive la razón histórica, si aún sobrevive la volunta humana de poder desplegar mundo-: o atravesamos el umbral de lo conocido, gastado y acabado, en otras palabras atravesamos la frontera que contiene este destruido ensayo civilizatorio y emprendemos la construcción de otro mundo, o el miedo nos paraliza y desaprovechamos la posibilidad a-histórica que la propia crisis civilizatoria a abierto, es decir nos encerramos en este tiempo histórico y nos autocondenamos a la destrucción humana.

Parece ser que en estas épocas de profundas crisis civilizatoria, donde la historia conocida se paraliza en una especie de compulsión a la repetición paranoica de sus últimos pasos, se abre la única posibilidad de elección real para la conciencia humana. Momento único de libertad para elegir el destino de la humanidad, pues nada garantiza ni asegura que el ser humano se sumerja en la pulsión de muerte y la atraviese produciendo un nuevo acontecimiento histórico, digamos creando otro mundo desde la potencia de su pulsión de vida.

Así mismo, ninguna fuerza trascendental metafísica, llámese Dios, Razón o Fuerzas Productivas, va a impedir que quedemos fatalmente atrapados en la pulsión de muerte, en este caso derrotados por la insoportable angustia de nuestra complicada y crítica existencia humana podemos buscar el sosiego en la muerte biológica de nuestra especie.

Dicho de otra manera, sino aceptamos la muerte simbólica que implica aceptar que el mundo moderno capitalista con todas sus promesas filosóficas, políticas, económicas, tecnológica, e ideológicas terminó y con él el humano concebido y estructurado desde ese paradigma, lo más probable es que tengamos que enfrentarnos a la desaparición de la especie humana, debido a la inevitable catástrofe ecológica y social que esta obsesión de perpetuidad capitalista provoca.

El desgaste de esta civilización parece haber provocado en el ser humano un doble trastorno -social y biológico -. Por un lado, hemos sido presa de un pesado cinismo desde el que sabemos exactamente lo que está sucediendo con la civilización y el medio ambiente y sin embargo mantenemos una fría distancia cómplice y resignada frente a un destino catastrófico asumido como fatal.

El cínico es una especie de espectador pasivo del último espectáculo humano; el sujeto de la cultura del espectáculo acostumbrado a ver a través de la pantalla del televisor los desastres humanos y ecológicos mezclados con las producciones hollywoodenses sin poder distinguir la realidad de la ilusión mediática. Por otro lado, la enajenación humana producida por la lógica económica capitalista parece haber provocado una profunda estupidez, un daño cerebral que nos impide tomar las decisiones necesarias para detener el colapso de la vida humana.

Para tener un criterio de la profunda estupidez humana, basta con mirar el gigantesco salvataje al sistema financiero que los estados de los países industrializados han realizado, buscando salvar al capitalismo de su peor crisis; salvar al criminal regalándole la misma arma con la cual cometió su crimen, para asegurar que lo vuelva a cometer. Se dirá que justamente ésta es la lógica que mueve a la economía capitalista y que en ese sentido es absolutamente racional, pues responde a los intereses del capital, de hecho es así, pero justamente es esa coherencia racional del capital donde radica la estupidez humana que la hace viable.

La lógica irracional del capital inscrita en la subjetividad humana es lo que ha provocado su daño cerebral, su estupidez. Ciertos biólogos dirían que quizás la especie sapiens ya cumplió su ciclo vital y tienen que desaparecer, sin embargo desde la mirada del pensamiento social (humanista) no es fácil aceptar este argumento biológico, posiblemente haya en la mirada social demasiado narcisismo antropocéntrico pero es difícil renunciar a él, es difícil aceptar el fin de la especie humana, a pesar de que parece estar enferma de muerte, contaminada de cinismo y estupidez.

Queriendo evitar el asesinato total de la utopía, se puede decir que hay un humano que quizás ha podido escapar al virus del cinismo y la estupidez, digamos, escapar a la subjetividad del capitalismo en su época terminal. El humano menos “humano” en el capitalismo, el menos “racional”, el menos moderno, el menos ciudadano, el menos sujeto, el menos individuo, el menos propietario privado, el menos consumista; es ese humano el que podría abrir el acontecimiento, abrir el tiempo de la historia en tanto que tiempo de creación y despliegue de mundo.

Ese humano que carece de lugar en este mundo, tanto de lugar físico porque ha sido expulsado de su territorio, cuanto de lugar psíquico-subjetivo porque no calza ni alcanza con los atributos que definen la humanidad en la modernidad capitalista. Ese humano extranjero, absolutamente extranjero en el mundo capitalista, el que por el hecho de no tener lugar en el espacio del mercado mundial -ni como obrero, ni como consumidor, ni como ciudadano, ni como sujeto, ni como propietario privado, ni como individuo- tienen que abrir la puerta hacia otro mundo donde pueda existir, porque en éste simplemente no tienen oportunidad de existir, porque éste no es más su mundo, porque todo en él le es extraño y ajeno.

Ese humano es la mayoría silenciada, coartada de decisiones, prohibida de opciones, esa mayoría que padece las necias decisiones del poder burgués a nivel mundial y justamente por esto puede poner una distancia, no cínica, con el capitalismo, sus crisis, sus absurdos, sus contradicciones, sus promesas fracasadas y sus ilusiones gastadas.

Puede detenerse y observar, ocupar el lugar del observador que con su mirada extranjera desmonta la buena marcha del ritual mercantil que confirma el mito capitalista, digamos que puede observar las necedades de los rescates financieros que los estados aplican para salir de la crisis, o aquellos de las recetas científico-tecnológicas para evitar la ruina ecológica, o esos de las inyecciones económicas para motivar e impulsar el consumo depredador de los ciudadanos de los países industrializados, etc. El es el único observador extranjero de la idiotez del hombre moderno, el que puede escapar de la compulsión que nos lleva a caminar lo andado y repetir la historia.

La tarea de ese extranjero ya no es buscar un lugar en este mundo (exigir los derechos del ciudadano, mendigar recursos para su conversión en consumidor, reclamar su condición de fuerza de trabajo ofertable en el mercado laboral internacional, etc.), ya ni siquiera es acabar con este mundo porque el capitalismo se acabó “solo”, implosiona sin ayuda, su tarea es hacer justicia con su propia insistencia de porvenir y, como diría Alain Badieu, hacerse cargo de las consecuencia de la misma. Su tarea es provocar el acontecimiento histórico, porque solo el pueblo sin lugar puede romper el espacio que le niega y empezar a caminar, empezar su éxodo hacia otra manera de ser, otra manera de existir, otra humanidad.

El éxodo hacia el otro mundo no es fácil, exige asumir la muerte simbólica, es decir renunciar a este mundo y todas su promesas e ilusiones, que de paso hay que decir que ya casi no existen así que resulta menos complicado sino somos necios, renunciar y no regresar a ver, atravesar el desierto con la convicción absoluta e inmanente de que lo que construyamos más allá de este viejo y agónico mundo siempre será mejor, solo por el hecho de que empezaremos a construir.

Entendiendo que el capital ha colonizado la totalidad del territorio natural cerrando el tiempo de su propia historia y abarcando todo el espacio Tierra, el éxodo hacia el otro mundo no es un movimiento de desplazamiento espacial, es un viaje a un mundo otro, a una otra dimensión en el mismo punto azul del universo solar; es un viaje que no camina lo caminado aunque recorra las mismas geografías.

El éxodo hacia el otro mundo es una aventura psíquica, simbólica, subjetiva y material que exige mucha disciplina, pues como todo viaje a lo desconocido implica precariedad, indigencia, miedo y vulnerabilidad y solo la disciplina permitirá inscribir e instaurar una manera distinta de vivir, nuevas formas de mirarnos de relacionarnos, una nueva manera de estar en y con la naturaleza.

Los procesos donde se empieza una nueva praxis humana, digamos otra objetivación humana, tiene la cualidad de lo sagrado, es decir, reúnen en una misma experiencia lo tremendo y lo fascinante de lo no conocido, de lo aún no dibujado ni tejido.

¿QUE VIENE DESPUES DEL CAPITALISMO ?



Rómulo Pardo Silva
Sábado 11 de abril de 2009, puesto en línea por Barómetro Internacional
Cuando se angosten las fuentes de materiales todos comparten su ración y el arte en paz o los neocruzados se lanzan a segar a las poblaciones pobres.
El capitalismo global se enfrenta a una crisis financiera, alimentaria, energética, climática, extremadamente grave. Cierre de empresas, quiebra de bancos, millones de cesantes, epidemias, violencias sociales, ingobernabilidad política, conflictos internacionales, migraciones masivas, podrían iniciar el proceso de finalización del sistema. Pero es posible que sea superable igual que otras que le puedan seguir.
La crisis cierta sin solución será la de escasez y agotamiento de recursos naturales. La extracción en el medio ambiente tiene límites y en la actualidad la ciencia y tecnología no pueden producir materiales para sostener un crecimiento económico durante los cientos de millones de años que podría vivir el hombre.
Muchos economistas prevén que a pesar de recesiones puntuales la economía global crecerá un 3% anualmente durante el siglo XXI lo que significa doblar la actividad económica cada 23 años. Para el año 2100, el consumo mundial aumentaría un 1600%, para 2115 un 3200%, para 2138 un 6400%. Como los recursos son finitos, esto es imposible. Al ritmo de explotación actual el cobre durará 200 años, el petróleo se agotará en las próximas décadas, minerales raros, por ejemplo el indio, el terbio, el galio, están por desaparecer en 5,10, 15 años. El agua escasea. Por falta de tierras de cultivo se talan selvas. La quinta parte de los siete millones de kilómetros cuadrados de la Amazonia se ha quedado sin árboles para obtener soja, azúcar, madera, y de seguir la tendencia "apenas quedarán bosques dentro de cincuenta años". Según Naciones Unidas en 2050 la población será de 9 mil millones, para proveer de cereales al número extra de personas se tendrá que sembrar en tierras dedicadas a la ganadería disminuyendo su producción. En la pesca de la tercera parte de las especies de peces y mariscos del mundo ha desaparecido el 90% de ejemplares y según biólogos canadienses antes del 2050 el colapso será total en la pesca de todas las especies.
La multiplicidad de especies se está reduciendo de forma peligrosa, las existencias de casi 1.700 vertebrados en todo el mundo se redujeron en los últimos 35 años casi en un tercio. Los grandes responsables de esta situación serían el alto consumo de recursos, la deforestación, el cambio climático, la polución medioambiental y la sobrepesca. Según el informe "Living Planet Report 2008" de la fundación de conservación de la naturaleza (WWF), la Sociedad Zoológica de Londres y la Red de Impacto Mundial, la sobreexplotación de la Tierra se agudiza dramáticamente. El planeta puede brindar sólo un tercio de las demandas de recursos naturales, los que se agotan cada vez más rápido. El informe asegura que para mediados de 2030 se necesitará de dos planetas “para mantener nuestro estilo de vida” cubriendo la demanda mundial de alimentos, energía y superficie. En esa realidad la voluntad libre de los empresarios para explotar el medio ambiente, o sea el capitalismo, será imposible.
Una vez que sea inviable el liberalismo por la imposibilidad de extraer libremente recursos, necesariamente deberá organizarse una civilización global sostenible de economía planificada que racione recursos naturales y controle la natalidad. El inicio del tiempo de fuerte decrecimiento de la producción de bienes que algunos asocian a la palabra barbarie. Nada completamente nuevo si se piensa objetivamente que hubo una prehistoria, una edad media, un tiempo moderno y en las condiciones actuales de vida de miles de millones de personas del tercer mundo.
En el nuevo orden de reducción planificada serán posibles dos formas sociales opuestas con raíces históricas: la fascista de castas y la socialista igualitaria. Algo como la lejana escasez de bienes que se diferenció en prehistoria solidaria y antigüedad esclavista. Durante la transición del capitalismo a la nueva civilización todavía estarán presentes los medios avanzados que permitan establecer el dominio mundial de una de estas alternativas. De no ser así es posible que ambas formas se den paralelamente en regiones diferentes. La lucha entre las dos fuerzas en cualquier caso será inevitable.
Política fascista. La burguesía en extinción interesada en la desaparición de los miles de millones de habitantes que consumen y la posesión de los recursos aún utilizables, alcanza el control del planeta y permite la supervivencia de una casta pobre para su servicio.
Como resultado logra un consumo y poder privilegiado dentro de la economía involucionada. En la transición a la nueva civilización la clase en el poder de los países capitalistas desarrollados tiene los medios políticos, militares, científicos, tecnológicos y mediáticos, para imponer su modelo de reemplazo. Está preparada históricamente. Su experiencia abunda en guerras de conquista, genocidios, latrocinios; en operaciones de avaricia que sus doctrinas laicas y religiosas justifican. La invasión de América indígena significó el robo de una enorme riqueza de tierras y metales preciosos, sólo entre 1503 y 1660 llegaron a Sanlúcar de Barrameda 185 mil kg de oro y 16 millones de kg de plata además del genocidio del 90-95% de la población originaria. En el conflicto de hutus y tutsis de 1994 en Ruanda, donde fueron asesinadas 800 mil personas en 3 meses, participaron por intereses económicos Francia, Bélgica, Reino Unido y Estados Unidos.
En un documento de George Kennan, un asesor del gobierno norteamericano, se puede inferir la dirección del plan fascista del futuro: “Poseemos cerca de un 50% de la riqueza del mundo, pero sólo un 6,3% de su población... En esta situación, no podemos dejar de ser objeto de envidia y resentimiento. Nuestra verdadera tarea en el período venidero es diseñar un modelo de relaciones que nos permita mantener esta posición de disparidad... para hacerlo tenemos que deshacernos de todo sentimentalismo y dejar de soñar despiertos; y nuestra atención tendrá que concentrarse por doquier en nuestros objetivos nacionales inmediatos... Deberíamos dejar de hablar de objetivos vagos e... irreales como ser los derechos humanos, el aumento de los niveles de vida, y la democratización. No está lejano el día en el que vamos a tener que tratar en conceptos directos de poder. Mientras menos nos entraben las consignas idealistas, tanto mejor.” La invasión de Irak fue para apoderarse de su petróleo y el senado de Brasil denuncia una relación entre el descubrimiento de grandes reservas de hidrocarburos en su territorio y el restablecimiento de la cuarta flota de Estados Unidos para América Latina. Sobre esta escuadra el importante diario argentino Clarín se pregunta: “¿Qué razón podría tener Estados Unidos para enviar una fuerza naval tan poderosa a una región en paz, sin poderío nuclear, sin conflictos ni amenazas militares reales?”. Y un especialista en seguridad responde: “Nunca van a admitir que es por los recursos naturales, pero no es una coincidencia que esta decisión aparezca cuando se inicia un cambio estructural de la economía mundial en el que las reservas de agua dulce, los alimentos y los recursos energéticos se posicionan como un valor estratégico importante”.
Política socialista. Una vez que se ha sentido la violencia fascista durante la crisis, los movimientos y partidos socialistas, ecologistas, religiosos, progresistas, reciben la adhesión y fuerza de la mayoría explotada y de sectores medios. Establecen entonces un gobierno global solidario para el cuidado de los recursos existentes y el resguardo de la naturaleza y toda la humanidad. Su poder democrático, esencialmente pacífico una vez derrotado el clasismo, enfrenta la escasez de bienes satisfaciendo las necesidades fundamentales mediante un consumo igualitario. Paralelamente estimula el desarrollo de la felicidad personal y grupal a través de bienes sociales inmateriales como la seguridad, la sociabilidad, la educación, el pensamiento, la creación, la recreación, el deporte.
Durante el cambio de civilización los sectores que conducen este programa cuentan con conocimientos científicos, tecnológicos y de gestión y con los aportes, entre otras, de las doctrinas marxistas, ecologistas, de la teología de la liberación. Además se valen de la experiencia de los socialismos fracasados en el siglo XX y de los éxitos alcanzados por la revolución cubana.
El sistema cubano puede ser tomado como muestra de esta alternativa poscapitalista. En condiciones de casi 50 años de ataques y bloqueo norteamericanos ha alcanzado importantes éxitos siendo una sociedad de bajo consumo material. El estado tiene una red social de seguridad para los alimentos básicos, la vivienda, la salud, la educación, los deportes. Según WWF es el único país del mundo con desarrollo sostenible y en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU supera a países como Brasil México, India, China, Rusia. La mortalidad infantil se puede comparar favorablemente con la de Estados Unidos, la esperanza de vida se eleva a 74 años, los programas de prevención y tratamiento del sida son de los mejores del mundo. Su educación es la de más calidad entre los países en desarrollo y se acompaña de un destacado nivel científico. Como manifestación de solidaridad global miles de cubanos combatieron contra el apartheid sudafricano y 14 mil médicos trabajan en regiones pobres de América Latina y África.
La inevitable oposición y lucha de ambos modelos se prepara en el presente. Se analizó en la OTAN el informe «Hacia una gran estrategia para un mundo inestable» redactado por altos jefes militares, que se justificó, entre otras razones, en que “El cambio climático condicionará convulsiones sociales gigantescas, especialmente vinculadas a las transferencias de poblaciones”. El documento propone un directorio integrado por Estados Unidos, la Unión Europea y la OTAN con la tarea a largo plazo de defender en forma proactiva sus sociedades, su modo de vida, su liberalismo económico, su estabilidad. Como medios de acción considera razonable el empleo de armas nucleares y las intervenciones armadas en países coordinadas con campañas de publicidad. Este plan ha sido interpretado como la preparación de un súper-gobierno mundial fascista para asegurar el dominio de las multinacionales y mantener militarmente el abismo entre ricos y pobres; la demostración que el capitalismo necesita de la OTAN para imponerse a nivel global. Es una respuesta política clasista con vistas a adelantarse a las crisis del futuro.
El progresismo tiene la misión opuesta; avanzar en la preparación de estrategias políticas, tecnológicas y de gestión para la nueva civilización. Divulgar en la población que habrá un final del capitalismo, la alternativa en ese momento y qué cambios hechos a partir de hoy favorecerán el socialismo sustentable. Explicar conceptos como consumismo, desarrollo permanente, recursos finitos, fascismo, genocidio; sustentabilidad, decrecimiento, racionamiento, bienes básicos, planificación, solidaridad. Advertir que optar por el socialismo y la solidaridad significa rechazar el publicitado modelo de consumo dominante.
Las fuerzas por el socialismo deben buscar ser gobierno para realizar un programa sustentable y solidario centrado en la disminución del consumo irracional, el fin de la pobreza, el acceso a los bienes indispensables y servicios públicos, la seguridad, el goce de la cultura y la recreación. Trabajar conscientes que les será difícil avanzar en una base social que ha hecho suyo el ideal del consumismo capitalista y en conflicto con partidos de izquierda sumados por interés electoral a demandas y ofrecimientos que implícitamente dependen de un crecimiento económico permanente.
Es necesario discutir también, junto con sus crisis y respuestas, el después del capitalismo, y aplicar las conclusiones a la difusión y la acción libre hacia personas, movimientos sociales, sindicatos, partidos políticos. Experiencias que deberían ser compartidas.